La exposición temporal ‘Viajar para pintar. Sorolla en Galicia’ se ha organizado en el Museo de Belas Artes da Coruña, junto al Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla, para continuar con el viaje luminoso del pintor por España.
La vida de Sorolla se caracterizó por llevar siempre la maleta en la mano. Desde sus inicios como artista comprendió que la inspiración y el arte había que buscarlos y que esto implicaba tener que desplazarse a conocer otros lugares y personas, para estar en los círculos adecuados y vivir experiencias ligadas a espacios concretos. ‘Viajar para pintar. Sorolla en Galicia’ muestra esa búsqueda incansable de otra luz y color que le llevó a tierras gallegas en varias ocasiones, así como parte de la producción que realizó para el gran encargo de la Visión de España de Archer M. Huntington.
La muestra está comisariada por Sonia Martínez Requena, conservadora del Museo Sorolla, y trata de entender cómo fueron los viajes de Sorolla a Galicia y que quedó de Galicia en Sorolla. Cuenta con más de setenta obras entre óleos, dibujos, notas de color, fondos documentales, fotográficos y objetos etnográficos seleccionados entre el Museo de Belas Artes da Coruña y el Museo Sorolla. Todos estos elementos expositivos permiten poner en contexto a relación del artista con Galicia, ahondando tanto en su visión de los nuestros paisajes y gentes como en sus amistades y relaciones laborales con sus colegas gallegos.
Las piezas presentadas en esta exposición se estructuran en un bloque introductorio sobre Galicia a inicios del siglo pasado, que explica la llegada de Sorolla a Galicia en un momento en el que la explotación turística de la región funcionaba ya a la perfección. Después, se abordan los diferentes viajes de Sorolla a Galicia: desde las estancias en 1900 y 1910 en zonas como Baiona y Vigo; hasta la visita en 1915 a Vilagarcía de Arousa para realizar el encargo de la Hispanic Society de Nueva York.
La exposición finaliza con una serie de obras que ilustran sus amistades y discípulos gallegos. En estas relaciones destaca la mantenida con María Vinyals, escritora y artista nacida en el castillo de Sotomayor, o con la novelista gallega Emilia Pardo Bazán. La muestra también ayuda a comprender el papel de Joaquín Sorolla como maestro de pintores gallegos como Jenaro Carrero, Francisco Lloréns o María del Carmen Corredoira, que fueron discípulos del pintor valenciano, quien ejerció una clara influencia en la obra de muchos de los artistas gallegos del regionalismo. Por su parte, con Fernando Álvarez de Sotomayor estableció una buena relación de amistad debido a los cargos que ambos tenían.
